#Cenicienta, 2023
- Maite Mulet
- 5 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Cenicienta vivía con su madrasta y sus dos hermanastras, en el seno de una familia monoparental. Como Cenicienta tenía mucha resiliencia podía barrer, fregar y hacer todas las tareas de la casa mientras ellas se pegaban la gran vida de fiesta en fiesta.
Un día, llegó un magnate extranjero a la ciudad. Como sus hermanastras eran malvadas pero no racistas, no tuvieron inconveniente en aceptar la invitación para la rave que el magnate daba esa noche. A Cenicienta no la invitaron, pero decidió empoderarse, salir de su zona de confort y subir a la carroza del orgullo gay para acudir a la fiesta. Esa misma noche, Cenicienta se reinventó con un vestido de fabricación sostenible Km. 0, hecho con los retales que sobraron de los vestidos que se habían confeccionado sus hermanastras.
El magnate, que era de género fluido, estaba bailando con un transexual mientras sonaba música de Rosalía. Cuando vio entrar a Cenicienta a la pista de baile quedó impresionado por su belleza, le pidió su Instagram, Cenicienta se lo dio y envalentonado por este hecho, le propuso que le acompañase a la zona VIP. Cenicienta dijo que no y el magnate se enfureció. Cenicienta le recordó la ley del “solo sí es sí”. En ese instante, sonó en su reloj una alarma indicando que eran las doce. Cenicienta salió corriendo y perdió su zapato de vidrio reciclado.
El magnate quiso encontrar a la joven para evitar que esta lo denunciase por acoso. Como ir probando el zapato a todas las jóvenes de la zona era muy costoso, sus asistentes personales decidieron usar las cámaras de seguridad para encontrar a la muchacha mediante un algoritmo chino de reconocimiento facial.

Puesto que Cenicienta no quería ir a juicio, llegó a un acuerdo con el magnate. Con el dinero obtenido contrató a una abogada de postín gracias a la cual, se libró de sus hermanastras y su madrastra tras denunciarlas por bullying. También le permitió contratar a una entrenadora personal, una terapeuta, una nutricionista y a una cirujana plástica, quienes la ayudaron a superar sus traumas, a reinventarse y a poner en práctica su capacidad de emprendimiento para cumplir su sueño: ser influencer como Victoria Federica.
Maite Mulet
Commentaires